El mundo emocional
Hasta hace unos años los expertos pensaban que las emociones básicas eran 6. Sin embargo, gracias a estudios recientes se concluye que son cuatro: miedo, la rabia, la alegría y la tristeza.
El miedo, la rabia, la alegría y la tristeza son las emociones básicas del ser humano. Todos las sentimos en cualquier época, edad y cultura. No obstante, y a pesar de que estas se consideren a menudo como esos factores centrales, cabe señalar que el mundo emocional es muy rico. De ahí, que podamos hablar también de emociones secundarias.
Durante muchos años se asumió, en realidad que las emociones básicas eran 6 (tristeza, la felicidad, el miedo, la ira, la sorpresa y el asco). Fue el psicólogo Paul Ekman quien en los años 70 concluyó con este dato a través de sus célebres estudios. No obstante, en otro estudio muy reciente publicado en el Current Biology se advierte del error de Elkman.
El ser humano, según investigadores de la Glasgow University, tendría 4 emociones base y no 6. A esta conclusión se llegó después de analizar una amplia muestra de personas en varias zonas de nuestra planeta, donde observar las expresiones faciales. Los datos fueron reveladores.
Estas emociones a su vez, están nuestro día a día porque desempeñan una función principal en nuestro desarrollo psicológico. Significa que las emociones básicas sirven para avisarnos y guiarnos en la conservación del organismo y en la socialización con los demás.
«Hay emociones que están orientadas biológicamente y hay emociones complejas que están saturadas con pensamientos y cognición»
-Jack Mayer-
Las emociones básicas: mecanismos biológicos a nuestro servicio
Hay un aspecto que conviene entender en primer lugar. Las emociones básicas son universales: todos tenemos miedo, sentimos rabia, nos alegramos y nos entristecemos. A su vez, cada una de ellas cumple una función muy básica. Según nos señala Bisquerra: “Una emoción es un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que nos predispone a llevar a cabo algún tipo de respuesta».
De este modo, podemos entender a su vez que las emociones básicas cumplen las siguientes finalidades:
Funciones adaptativas
Nos prepara para emitir una conducta y adaptarnos a las exigencias del entorno.
Funciones sociales
Nos ayuda a interaccionar con los demás, entendiendo sus emociones y conectan de este modo con quienes nos rodean.
Funciones motivacionales
Las emociones básicas nos dan energía, propósitos, motivación, nos orientan hacia metas concretas…
No importa la edad que tengamos, dónde vivamos o en qué trabajemos. Sin excepción, todos sentiremos las emociones básicas en cualquier instante y momento.
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